La Sala Acuarela inicia su andadura en 1985, ocupando un pequeño espacio en el mundo del Arte contemporáneo y conceptual en Extremadura, concretamente en Badajoz.
Su nacimiento surge como consecuencia de la ausencia de galerías privadas dedicadas a la Vanguardia, siendo Extremadura una región acostumbrada a la figuración y el realismo en el mundo del arte.
La Sala está dirigida a promocionar a los artistas jóvenes, surgidos de Facultades de B.B.A.A., con propuestas renovadas; así como autodidactas nacidos en la tierra y poco comprendidos en sus formas creativas.
El espacio también está orientado a la Fotografía, Escultura, Performances o Instalaciones, con atención especial a promocionar nuevos valores nacionales e internacionales, dentro de una programación coherente que represente las últimas tendencias.
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Una obra de arte es un artefacto que ofrece su propia candidatura a la apreciación de algunas personas que actúan por cuenta de las instituciones.
George Dickie
La institución del arte contemporáneo se convierte en asquerosa cuando oculta su carácter de mercado de bienes de lujo tras la exaltación retórica de idealidades estéticas en las que nadie cree.
Mario Perinola
Tal vez hablar de libertades en un momento como el presente y sobre todo en un contexto referido a cuestiones que tienen que ver directamente con la expresión artística resulte un poco extraño para quien entiende que en sí misma, toda manifestación estética es un producto libre y no sometido a dictado alguno, y mucho menos en una época histórica en la que se presupone que la coerción estética está absolutamente pasada de moda. O al menos así debería ser.
Los mecanismos que hoy día pueden ser utilizados para en mayor o menor medida controlar la exhibición del arte en espacios "homologados" y por lo tanto también su origen creativo, son evidentemente mucho más sutiles que los que pudieran utilizarse en el siglo XIX cuando el poder de las academias decidía qué era y qué no era arte, aunque básicamente continúan siendo los mismos: la institución, el crítico y actualmente el poder desmesurado de las galerías y ferias internacionales de arte contemporáneo.
Quisiéramos retomar la reflexión kantiana, en particular la referida a todo lo que limita y particulariza el gusto haciéndolo depender de circunstancias sociales e históricas, por que creemos firmemente que su afirmación tiene plena vigencia en el momento actual, y además porque va ayudarnos a guiar la argumentación que queremos a continuación exponer a cerca de las suspuestas libertades de las que goza hoy en día el arte contemporáneo y su contexto inmediato. Según Kant, el gusto no es "puro", sino que sobre él se ejercen una serie de coerciones de diferentes tipos:
a. Una coerción histórica ligada a la existencia de una herencia cultural en el interior de cada sociedad y cada medio.
b. Una coerción económico-cultural, lo que se traduce en el ejercicio ostentoso del gusto como un factor de distinción.
El origen de la Sala Acuarela se encuentra en un primer momento motivado por esa "coerción histórica", ya que sus preocupaciones originarias, cuando inicia su andadura en 1985, fueron precisamente las de abastecer a la región de un espacio privado alejado en la medida de lo posible de los valores conservadores artísticos que aún imperaban en nuestra región. Hay que decir también que ya desde la década de los 70, instituciones tales como la Junta de Extremadura o la Asamblea, fueron las que marcaron decisivamente el cambio hacia la introducción positiva de las nuevas propuestas estéticas fundamentalmente alejadas de los costumbrismos y regionalismos más conservadores, paliando mediante adquisiciones, la ausencia de coleccionismo privado que había en la región.
La coerción económico-cultural, es algo que se daba y se sigue dando, puesto que queda asociado siempre el consumo de productos artísticos a la capacidad económica del comprador de un aura de distinción elitista, o como afirma Kant, de gusto como factor de distinción.
Nuestro discurso se basa fundamentalmente en estos puntos, pero ahora vamos a considerarlos desde una perspectiva algo diferente. Tanto la coerción histórica como la económico-cultural pueden realizarse también, y de hecho así sucede, desde las "entidades" que controlan y dirigen las pautas del arte contemporáneo (exhibiciones, apoyos económicos, compras, publicaciones, etc), la coerción histórica estaría más bien relacionada con el contenido de los dictados "oficiales", mientras que la económica con los "premios" económicos o promocionales otorgados a determinados artistas o espacios de exhibición privada. Estas dos intervenciones son fundamentales a la hora de valorar la supervivencia de unos y otros.
Es cierto que en el momento de origen de la Sala Acuarela no había en Extremadura aún demasiadas propuestas atrevidas salvo las aportadas por las instituciones, las cuales no tenían que someterse a unos juicios impuestos por las ventas o adquicisiones de un público burgués y medio, que dirigiera el mercado. Pero es igualmente cierto que ya en el 2006 esa situación ha cambiado invariablemente, y mientras la institución de entonces apostaba (siempre entre comillas y sin riesgos), hoy no apuesta tanto, salvo por valores que estén realmente afirmados por la crítica nacional e internacional. |
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